Desde hace algunos años, se han producido ciertos cambios en el sector de los cuidados a personas mayores. El Modelo de Atención Centrada en las Personas (ACP), es reconocido internacionalmente como eje esencial para ofrecer una atención personalizada y de calidad. No obstante, todavía existe cierto desconocimiento sobre qué es exactamente y cuáles son sus aplicaciones y beneficios.
En el siguiente artículo, analizaremos qué es el Modelo de Atención Centrada en la Persona y cómo puede aplicarse a la hora de ejercer los cuidados a personas mayores. ¡Continúa leyendo!
Definición de la ACP
Se trata de un modelo de atención que prioriza la calidad de vida de aquellas personas que necesitan un cuidado especial y un trato cercano por parte de las instituciones.
El modelo de atención centrada en la persona tiene un objetivo prioritario: reconocer la singularidad de la persona y potenciar sus capacidades. Para ello, es imprescindible que las residencias, el Imserso, las instituciones, las fundaciones y, el personal a cargo de usuarios dependientes en general, tomen conciencia de lo importante que es no reducir a las personas a su dependencia o discapacidad.
La ACP propone que el usuario mantenga un cierto control sobre su entorno y vida cotidiana. Para ello, es necesario potenciar la toma de decisiones de la persona dependiente, tratar de desarrollar sus capacidades, reconocer su valor y apoyar su autonomía. De esta forma, las personas cuidadoras empoderan a los mayores para que éstos se sientan mejor y no se conviertan en meros objetos pasivos de los cuidados.
En este sentido, el principio de autonomía, entendido como la capacidad y el derecho que las personas disponen para decidir sobre la propia vida, constituye la esencia en este modelo de atención.
La Atención Centrada en la Persona con demencia
Se trata de uno de los pilares de este modelo de atención. El término Atención Centrada en la Persona tiene sus orígenes en el trabajo de Carl Rogers, cuyo método terapéutico se basaba en la atención centrada en el cliente. Este método parte de la premisa de que el individuo cuenta con medios propios para la auto-comprensión y el cambio de concepto de sí mismo.
Tom Kitwood utilizó el término por primera vez en 1988 para distinguir un tipo de enfoque de atención más humanizado, frente aquellos que eran más médicos y conductuales a la hora de tratar la demencia.
El trabajo de Kitwood
Tom Kitwood puso en evidencia estudios sobre diferentes prácticas de cuidado, sobre todo relacionadas con la demencia en personas mayores, y detectó que esta enfermedad no evoluciona de manera lineal y que varía en función de cada persona.
Junto con Bredin, llegó a la conclusión de que la persona que sufre demencia se encuentra en un estado de bienestar o malestar relativo. Es por ello que ambos idearon el concepto de ‘Atención Centrada en la Persona con Demencia‘.
“El bienestar de las personas con demencia es el resultado directo de la calidad de las relaciones que mantienen con quienes les rodean” (Kitwood 1997).
Ambos investigadores determinaron que estos pacientes necesitan un trato más afectuoso basado en: la comodidad, el apego, la inclusión, la ocupación y la identidad.
Las personas con demencia necesitan sentir comodidad en momentos complicados y requieren de apego y contacto humano en lugares que consideran “extraños”. Asimismo, es muy beneficioso que se incluyan e involucren en tareas cotidianas del día a día.
Kitwood rechazaba el tratamiento de la demencia desde un enfoque meramente médico y clínico.
La Atención Centrada en la Persona en las residencias: un modelo imprescindible para el cuidado
Las residencias de personas mayores han sido, tradicionalmente, centros donde los cuidados se han llevado a cabo de una manera muy sobreprotectora. En este sentido, el actual modelo de Atención Centrado en la Persona Mayor trata de cambiar esta realidad. Actualmente, el reto consiste en que en estos lugares, los ancianos reciban un trato personalizado en función de sus gustos, intereses, estado de salud, entre otros factores.
Esto es algo que obliga a empresas e instituciones del sector a realizar un ejercicio de adaptación para dar un mejor servicio a las personas mayores dependientes en España.
Para ello, es necesario tomar en consideración las siguientes ideas:
- Una residencia no es un asilo, ni un hospital. Una residencia debe parecerse lo máximo posible a una casa particular. Para ello, es necesario que los internos cuenten con zonas de esparcimiento, jardines y habitaciones individuales. De alguna manera, las personas mayores deben sentir que están en un lugar que les recuerde a su hogar.
- Libertad de movimiento en entradas y salidas: este modelo centrado en la persona defiende que las personas mayores, siempre y cuando cuenten con un buen estado de salud físico y emocional, puedan entrar y salir del centro, así como recibir visitas en cualquier momento. La idea es que lleven una vida lo más parecida a la que podrían llevar en sus casas.
- Apoyarse en el Sistema Público de Salud: otra de las cuestiones que trata este Modelo de Atención Centrada en la Persona es la necesidad de recibir atención, tanto personal como hospitalaria, totalmente personalizada.
- Aunque la formación de las personas cuidadoras está en auge, todavía existen profesionales que no cuentan con los conocimientos necesarios para ejercer los cuidados de forma óptima. Es por esto que realizar un curso del Modelo de Atención Centrada en la Persona resulta completamente indispensable si se quiere trabajar en este sector.
- La calidad de vida y la dignidad de la persona mayor y dependiente está por encima de todo, por lo que se sigue trabajando desde el sector para que la Administración establezca un sistema de evaluación riguroso en los centros para personas mayores.
Beneficios del Modelo de Atención Centrada en la Persona
Son muchos los beneficios que el modelo ACP ofrece a las personas dependientes. Entre ellos podemos destacar:
- Los profesionales de los cuidados ofrecen una atención personalizada e individualizada a cada usuario, desde un enfoque empático y humanizado.
- Se toman en cuenta los sentimientos, preferencias y gustos de la persona cuidada.
- Se consiguen minimizar las conductas disruptivas y la agitación de los usuarios.
- Se desplaza la atención de los déficits a las capacidades de las personas dependientes, con el fin de potenciar sus fortalezas.
- La calidad de vida de las personas cuidadas mejora significativamente, lo cual puede suponer una ralentización del avance de ciertas enfermedades cognitivas. Además, el ambiente en el que trabajan las personas a cargo de los mayores también puede ser más favorable.
¿Cómo poner en marcha el Modelo de Atención Centrada en la Persona?
Muchas personas cuidadoras se preguntan cómo aplicar el modelo ACP en la atención de personas mayores. A continuación, se comparten algunas pautas que se pueden llevar a cabo en el día a día:
- La cuidadora debe identificar las necesidades del mayor, siendo consciente de sus patologías y limitaciones. Es importante tomar en consideración las inquietudes personales y deseos del usuario, para garantizar su bienestar y potenciar sus capacidades.
- Es muy importante huir de la “infantilización” de los adultos mayores. Muchas personas tienden a tratarlos como si fuesen niños o como si no tuviesen capacidad para tomar decisiones. Esto provoca frustración en el mayor y cada vez se sentirá más dependiente.
- Es necesario elaborar un plan de atención individualizado que esté en consonancia con las necesidades cambiantes de la persona dependiente.
Para aplicar todo lo mencionado en el plan de cuidados, debe tenerse muy presente el Decálogo del Modelo de Atención Centrada en la Persona:
- Todas las personas tienen dignidad.
- Cada persona es única.
- La biografía es la esencia de la singularidad.
- Las personas tienen derecho a controlar su vida.
- Los pacientes con deterioro cognitivo también tienen derecho a ejercer su autonomía.
- Todas las personas tienen fortalezas y capacidades, aunque éstas cambien con la edad.
- El ambiente influye mucho en el bienestar de la persona.
- Las actividades cotidianas también condicionan el bienestar personal.
- El ser humano es un ser social que precisa de interacción con otros seres humanos.
- Las personas están sujetas a cambios a lo largo de su vida.
Aunque en este artículo se ha hecho una aproximación al modelo ACP, es muy recomendable que los profesionales de los cuidados se formen en profundidad y tomen los cursos necesarios para poder ofrecer unos cuidados de calidad.