Al hablar de enfermedades respiratorias en personas mayores es importante especificar que no existen unas que sean propias de la vejez como tal. Lo que sucede es que, en la ancianidad, se puede presentar una pérdida de funcionalidades que desencadenen problemas respiratorios. Algunos de estos problemas son: la atrofia del sistema pulmonar, la disminución del volumen respiratorio y de la fuerza de los músculos respiratorios, y la disminución de la cantidad de oxígeno presente en la sangre.
En el presente artículo, se presentan una serie de consejos efectivos para prevenir enfermedades respiratorias y se abordan aquellas que son más frecuentes entre los adultos mayores.
¿Cómo prevenir enfermedades respiratorias?
Como personas cuidadoras de un adulto mayor, es necesario velar por su bienestar y su óptimo estado de salud. Por esto mismo, es importante tratar de evitar que los ancianos desarrollen complicaciones respiratorias que puedan mermar significativamente su calidad de vida e incluso derivar en patologías más severas. A continuación, se comparten algunos consejos útiles que ayudarán a mantener en buen estado de salud el sistema respiratorio de nuestros mayores:
- Debe restringirse por completo el consumo de tabaco, o, por lo menos, reducirse significativamente.
- Hay que mantener una buena hidratación.
- La alimentación debe ser sana y balanceada, con abundancia de frutas y verduras.
- Es conveniente que el mayor reciba las dosis de las vacunas anuales que le recomiende su médico: contra la gripe, la antineumocócica, contra la influenza, etc.
- Los mayores son especialmente susceptibles a los contagios, ya que su sistema inmune es más débil. Por esto mismo, deben evitar el contacto con personas resfriadas o con gripe.
- Es necesario lavarse las manos concienzudamente al volver de la calle o tras estar en contacto con personas infectadas.
- Hay que mantener la vivienda correctamente ventilada.
Aunque tomar estas medidas puede ayudar a prevenir complicaciones respiratorias, no son garantes de que el mayor no las desarrolle.
En caso de presentar síntomas de patologías en las vías respiratorias, es importante llevar al anciano al médico lo antes posible para que éste elabore un diagnóstico y pueda recetarle el tratamiento pertinente.
Las 5 enfermedades respiratorias más frecuentes en la tercera edad
Como se ha mencionado anteriormente, las funciones pulmonares se ven disminuidas con el paso de los años. Esto quizás no sea tan significativo en el caso de personas sanas con una buena capacidad pulmonar, pero sí puede ser alarmante en los adultos mayores que no gozan de tan buen estado de salud. Entre las enfermedades más frecuentes del aparato respiratorio en personas mayores distinguimos las siguientes:
La EPOC
EPOC son las siglas de Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, es un ejemplo de enfermedad respiratoria grave que padece aproximadamente el 15% de la población. El hábito de fumar es el causante de su desarrollo en la mayoría de los casos, aunque también lo son: el tabaquismo pasivo, algunas condiciones de origen genético, la contaminación ambiental, las infecciones respiratorias, etc.
Sin duda, dejar de fumar ayuda a frenar el avance de esta enfermedad. Otros hábitos saludables que resultan beneficiosos para hacerle frente son el ejercicio físico y una correcta alimentación.
Entre sus síntomas, podemos destacar:
- Tos
- Dificultad para respirar
- Hipertensión pulmonar
- Hiperactividad bronquial
- Aumento de las secreciones
- Expectoración
La influenza
Otro ejemplo de enfermedades respiratorias frecuentes en personas mayores es el de la influenza, una patología que es causada por un virus. Presenta síntomas muy similares a los de la gripe y por esto mismo ambas enfermedades pueden llegar a confundirse con facilidad. La diferencia radica en que la influenza es más grave y puede provocar la hospitalización, e incluso llegar a ser mortal.
Los niños, las mujeres embarazadas, los inmunodeprimidos, los mayores de 65 años y las personas con obesidad son especialmente susceptibles a sufrir complicaciones derivadas de esta enfermedad.
Por suerte, se ha desarrollado una vacuna anual contra esta patología que, aunque no es totalmente efectiva, constituye una buena defensa para hacer frente a esta enfermedad respiratoria.
Algunos de sus síntomas son:
- Fiebre
- Tos
- Dolor de garganta
- Congestión nasal
- Dolor muscular
- Cansancio
La neumonía
Se trata de una infección que afecta a las vías respiratorias e inflama los sacos aéreos de los pulmones. Las neumonías pueden ser suaves o potencialmente mortales y las personas mayores son especialmente vulnerables, sobre todo si padecen otras enfermedades crónicas o tienen un sistema inmune débil. Podemos distinguir la neumonía bacteriana, que es tratada con antibióticos, y la neumonía viral, para la cual los antibióticos no son efectivos.
Los síntomas más comunes son estos:
- Dolor en el pecho al respirar o toser
- Desorientación (frecuente en los adultos mayores)
- Fatiga
- Fiebre
- Náuseas y vómitos
- Dificultad para respirar
La gripe
Es una enfermedad muy frecuente entre los adultos mayores. En muchas ocasiones se confunde con un resfriado porque ambas enfermedades presentan síntomas parecidos. La gripe es una patología vírica muy contagiosa que puede provocar serias complicaciones entre los ancianos, por lo que es un ejemplo de enfermedad respiratoria que puede llegar a ser grave. Debido a que los virus de la gripe mutan anualmente, se recomienda que los mayores de 65 se vacunen anualmente.
Los síntomas principales son:
- Fiebre y escalofríos
- Tos
- Dolor de cabeza
- Dolor de garganta
- Cansancio
- Congestión nasal
- Dolor muscular
La COVID-19
Si este post se hubiese escrito antes del 2020, esta patología definitivamente no aparecería en el listado. Sin embargo, la reciente pandemia ocasionada por el nuevo coronavirus o SARS-CoV-2 ha acabado con muchas vidas humanas, la mayoría de las cuales corresponden a personas mayores. Aunque en estos momentos (a fecha de octubre de 2022) la pandemia está mucho más controlada y los casos han bajado exponencialmente, no debemos olvidar que sigue presente y, por ende, constituye un riesgo para la salud pública.
Es conveniente que las personas cuidadoras cuenten con una formación específica en COVID-19 y otras patologías respiratorias para que puedan ejercer los cuidados de forma segura y eficaz. Este tipo de cursos siempre son bien valorados entre las familias y los propios usuarios dependientes.
Los síntomas que suelen presentar los pacientes con COVID-19 son los siguientes:
- Fiebre
- Tos
- Fatiga
- Pérdida del gusto y el olfato
- Dolor de cabeza
- Dolor muscular
- Dificultad para respirar (en casos más graves)
Otras complicaciones respiratorias frecuentes entre las personas mayores son: la rinitis, el asma, la faringitis y la bronquitis.
Instrumentos que conviene tener en casa si el mayor presenta problemas respiratorios
Existen en el mercado una serie de artilugios que ayudan a limpiar las vías respiratorias y a mejorar la calidad de vida de los pacientes con enfermedades respiratorias. Las cuidadoras deben familiarizarse con estos instrumentos y saber para qué se utilizan. Aquí se presentan algunos de ellos:
El nebulizador
Los nebulizadores convierten la medicación líquida en vapor que puede ser inhalado. Este método se emplea principalmente para tratar la EPOC, la fibrosis quística, el asma y la bronquitis. Tomar la medicación de esta forma permite que el fármaco actúe directamente sobre las vías respiratorias afectadas. Su uso es cómodo, ya que la inhalación se lleva a cabo a través de una mascarilla o boquilla.
El oxímetro de pulso
Es un pequeño aparato electrónico que se coloca en la punta del dedo índice y que aporta información muy valiosa cuando se padece de una enfermedad respiratoria. Este artilugio indica los niveles de oxígeno en sangre y el ritmo cardíaco. Si los niveles de oxígeno caen por debajo del 92% es recomendable llevar al mayor al médico.
Bomba de aspiración de secreciones
Se emplea para extraer de las vías respiratorias las flemas y los líquidos. Hoy en día son de pequeño tamaño, por lo que se pueden utilizar en el hogar cómodamente. Existen bombas de aspiración manuales y automáticas o portátiles. En el primer caso, la acción manual deberá ser desarrollada por una enfermera o persona cuidadora.
Concentrador de oxígeno
Sirve para suministrar oxigenoterapias a pacientes con ciertas insuficiencias respiratorias. Enfermedades respiratorias como la COVID-19, la EPOC y el asma pueden provocar dificultades para respirar y los enfermos pueden llegar a sentir ahogo. En estos casos, debe consultarse con un médico, el cual podría decidir recetar la oxigenoterapia para evitar la hipoxia. A diferencia de los tanques de oxígeno que concentran una cantidad determinada de oxígeno comprimido, los concentradores concentran el oxígeno presente en el aire y lo suministran al paciente.