Cuando los cuidados se ejercen desde el amor, la vocación y la voluntad de ofrecer una atención personalizada y de calidad a la persona mayor o dependiente, suelen surgir dudas sobre qué métodos novedosos se pueden incorporar en el día a día para mejorar la calidad de los cuidados brindados.
En los últimos tiempos, se oye hablar bastante del cuidado holístico y de los beneficios que aporta su aplicación en las personas mayores. ¿Sabes en qué se basa exactamente este enfoque? ¿Eres una cuidadora de ancianos o de personas en situación de dependencia y te gustaría aplicar la atención holística en tu día a día? ¡Continúa leyendo!
¿Qué es ‘lo holístico’?
El término ‘holístico’ se refiere a la idea de que todas las partes de algo están interconectadas y deben ser consideradas en conjunto para comprender el todo. La ‘medicina holística’ hace referencia a un enfoque en el cuidado de la salud que tiene en cuenta no solo la afección física de una persona, sino también su bienestar emocional, mental y espiritual.
Se trata de una visión integral y sistémica, que abarca todos los aspectos de una cosa o ser, y que busca entender cómo estos aspectos están relacionados entre sí.
El origen de este vocablo proviene del término griego ‘holos‘, que significa ‘todo’ o ‘entero’. Fue utilizado por primera vez en el campo de la medicina en la década de 1930 por el médico británico Harold Grad, quien utilizó la expresión ‘medicina holística’ para describir un enfoque médico que se centra en el individuo en su totalidad.
Grad argumentó que la medicina tradicional se centra demasiado en el tratamiento de los síntomas individuales de una enfermedad en lugar de entender y tratar las causas subyacentes de un problema de salud.
A la hora de atender a un paciente en situación de dependencia, la enfermería holística, por ejemplo, busca trabajar en colaboración con el paciente para desarrollar un plan de cuidados que tenga en cuenta sus necesidades físicas, emocionales, mentales y espirituales. Su aplicación también puede incluir terapias holísticas complementarias a la medicina tradicional como son: la meditación, la acupuntura, la aromaterapia, etc.
Con este enfoque también se fomenta un estilo de vida saludable que supone:
- Mantener una dieta equilibrada, adaptada a las necesidades del anciano.
- La realización de ejercicio de forma regular y dentro de las posibilidades del mayor.
- Entablar relaciones positivas y de calidad.
- Tener una buena higiene del sueño.
¿En qué consiste la atención holística?
Las cuidadoras de personas mayores y dependientes pueden aplicar en su día a día la atención holística ofreciendo un cuidado al mayor que no solo toma en consideración su estado de salud física, sino también su bienestar emocional. El cuidado ideal es aquél que se basa en una atención holística e integral del paciente y de la familia, donde se tienen en cuenta los deseos y el bienestar tanto del mayor como de sus parientes.
Entre los beneficios del cuidado holístico podemos destacar:
- Tiene un enfoque personalizado: adaptado a las necesidades individuales de cada paciente, en lugar de seguir un protocolo estandarizado.
- Aborda las causas subyacentes de una afección: en lugar de tratar solo los síntomas.
- Mejora el bienestar general del mayor: tanto físico como mental y emocional.
- Propone una mayor participación del paciente en su propio cuidado: lo cual puede mejorar la adherencia al tratamiento y el resultado final.
¿Cómo aplicar el cuidado holístico a los ancianos?
Para abordar el cuidado holístico de un anciano debe producirse un cambio de mentalidad. Ya no basta con atender la enfermedad o trastorno que padezca, sino que también es necesario velar por su bienestar emocional y mental. El objetivo principal es ayudar al mayor a alcanzar un estado óptimo de salud en todos los aspectos de su vida.
A continuación se comparten 6 maneras en las que una cuidadora de personas mayores puede aplicar los cuidados holísticos en su día a día:
- Escuchando activamente: para eso, es necesario prestar atención a las necesidades y preocupaciones de los mayores y saber responder de forma empática.
- Fomentado su autonomía: en vez de infantilizarle y agravar su dependencia, es importante impulsar su capacidad para tomar decisiones, en la medida de lo posible.
- Promoviendo la actividad física: por medio de ejercicios adaptados a sus posibilidades o de actividades recreativas.
- Fomentando la conexión social: ayudando al anciano a mantener relaciones sociales saludables y significativas, ya sea a través de visitas de amigos y familiares o de actividades grupales.
- Abordando su bienestar emocional y mental: reconociendo y validando problemas emocionales como la depresión o la ansiedad, en lugar de enfocarse solo en las necesidades físicas.
- Creando un ambiente relajante: ya sea por medio de los aromas, la decoración, la música, la meditación o incluso el tono de voz.
Este tipo de enfoque puede dar muy buenos resultados, como han demostrado los cuidados holísticos del cáncer, por ejemplo. Entre los beneficios que se han podido apreciar en estos pacientes destacamos: la mejora de su calidad de vida, la reducción de los efectos secundarios de los tratamientos, el fortalecimiento de su sistema inmunológico o una mejora en su salud emocional, entre otros.