Cuando una familia contrata los servicios de una cuidadora de calidad puede plantearse la siguiente pregunta: ¿Cuánto nos va a durar? Ya que la durabilidad de la relación es uno de los aspectos que más importan a las familias. Del mismo modo, también es un asunto que las cuidadoras suelen tener muy en cuenta, pues valoran mucho más el trabajo seguro que el temporal. Te aportamos las claves para mejorar la relación laboral con la cuidadora.
Las cuidadoras de personas mayores mejor valoradas son aquellas que logran estar una larga temporada cuidando de la persona mayor, ofreciéndole todo su su cariño y mejor disposición. Muchas de ellas realizan, además, algún curso del Modelo ACP, para poder planificar mejor los cuidados que llevan a cabo y así ofrecer unos servicios más profesionales.
Los cuidados a domicilio son muy distintos de los que se llevan a cabo en una residencia. En esta última, el profesional trata con varios pacientes, por lo que tiene las tareas sistematizadas y debe tratar de ser lo más productivo posible. Por el contrario, las cuidadores para personas mayores trabajan más el plano personal, ofreciendo un trato humano y mucho más fuerte a nivel relacional. En definitiva, el trabajo de las cuidadoras de personas mayores a domicilio es mucho más personalizado y de mayor calidad.
¿Por qué es importante que las cuidadoras de personas mayores duren atendiendo a la misma persona?
Es importante porque las personas mayores tienen rutinas establecidas. La mayoría no encajan muy bien los cambios y la rotación de cuidadoras les puede llegar a desestabilizar y agobiar. Por eso mismo, es preferible encontrar a una buena cuidadora que encaje bien con el mayor y que permanezca con él durante tiempo, con el fin de evitar malestares.
También debemos hablar sobre las cuidadoras internas, que ofrecen un servicio de mucha calidad pero, a su vez, muy delicado. Cuando una cuidadora ha de convivir con una persona mayor, la importancia de la duración de la relación laboral aumenta. Hay que tener en cuenta que el encaje entre la cuidadora y la persona mayor se establece durante las dos primeras semanas, por lo que los comienzos resultan decisivos.
Mejorar la relación laboral con la cuidadora: la durabilidad
Lo más importante para mejorar la relación laboral con la cuidadora es la capacidad de la cuidadora para adaptarse a cada persona y así poder ganársela. Las cuidadoras de personas mayores que tienen facilidad de adaptación suelen estar atendiendo a personas durante más tiempo. Estas profesionales consiguen, gracias a su empatía, superar la barrera de las primeras semanas y así ganarse relativamente pronto la confianza del usuario.
El inicio de la relación laboral es la fase más complicada. Hay veces que las personas mayores no se dejan cuidar, lo cual puede ser un motivo que favorezca esta rotación que se intenta evitar. La situación puede volverse bastante complicada hasta que el usuario comprenda que necesita los cuidados que está rechazando. En estos casos, la aceptación de una segunda cuidadora suele ser mucho más alta que la de la primera, aunque esto no se deba a motivos “racionales”.
Por otra parte, es indispensable el apoyo a la cuidadora por parte de la familia. Este es un aspecto fundamental, ya que combate el sentimiento de soledad e incertidumbre que tiene la cuidadora cuando llega al hogar. El trato afectuoso, el respeto de su tiempo libre y la comprensión son los ingredientes clave para que la relación se desarrolle satisfactoriamente.
Además, por nuestra experiencia sabemos que las cuidadoras internas que cuentan con más tiempo libre son aquellas que más duran en el domicilio, pues están más satisfechas con sus condiciones laborales y suelen rechazar otras ofertas.
Cuidadoras de personas mayores: fomentar su permanencia en el hogar ofreciéndoles buenas condiciones laborales
Cualquier trabajador desea sentirse querido y valorado en su puesto de trabajo. Esto también ocurre con las cuidadoras, especialmente con aquellas que pasan muchas horas atendiendo a los mayores, y conviene estar al tanto para mejorar la relación laboral con la cuidadora. En el caso de las cuidadoras internas, es más difícil que consigan desconectar porque pasan muchas horas dentro del domicilio. Por eso mismo, ofrecerles unas cuantas horas libres adicionales para que se despejen puede ser un buen incentivo que fomentará su permanencia en el hogar durante años.